En un rincón del salón, las cajas de pizza se amontonan hasta formar una columna que llega al techo. Detrás del mostrador y como si nos ofrecieran un espectáculo, se encuentran los maestros pizzeros o pizzaiolos, mientras tanto en la puerta los clientes esperan tranquilamente su turno hasta llegar al mostrador.

Entre los habitués estan los vecinos del barrio, trabajadores de la zona, familias y amigos de la casa que saludan fraternalmente al entrar. La Mezzetta es una pizzería como las antes en donde se come “de parado” y al paso, obviamente la pizza es rigurosamente al molde.